La demanda del comercio electrónico obliga a los fabricantes a abandonar las tarimas y a lidiar con la entrega de paquetes individuales

18 de noviembre de 2020

Esta es una frase que probablemente no esperaba leer: Necesitamos tener una conversación seria sobre televisores e inodoros.

Sí. Televisores e inodoros.

Hace diez años, la compra de un inodoro o un televisor implicaba ir a una tienda de electrodomésticos o de electrónica, que es el tipo de lugar en el que uno recorre los pasillos mirando los diferentes modelos, evaluando mentalmente las características de cada uno, como cuál tiene una mayor proporción de píxeles o cuál promete una descarga silenciosa.

Uno comparaba los precios, hacía su elección y luego iba con su automóvil hasta la parte trasera de la tienda y cargaba la voluminosa compra en la cajuela o en el asiento trasero.

Así es como probablemente este tipo de productos habría llegado a su casa.

¿Cómo llegaron esos artículos a las tiendas en primer lugar?   

Hace diez (o incluso solo dos) años, la respuesta era simple: en una tarima. Un cubo gigante de productos venía directamente del fabricante y luego se trasladaba en una carretilla elevadora en los centros de distribución hasta que se necesitara en la tienda minorista.  

La ciencia del envío y la distribución en tarimas se ha perfeccionado con el tiempo. Se han construido múltiples generaciones de tecnología y sistemas robóticos para maximizar la eficiencia de la creación de tarimas y optimizar los espacios de las bodegas en donde se almacenan esas tarimas de productos.

El comercio electrónico sigue impulsando un cambio para tiendas minoristas y fabricantes 

Ahora imagine que vuelve a casa esta noche y descubre que el inodoro que compró hace 10 años tiene una fuga o que el televisor que eligió cuidadosamente hace una década finalmente ha dejado de funcionar.  

¿Cómo los reemplazaría? ¿Subiría a su automóvil e iría a esas grandes tiendas? ¿O tomaría su teléfono, haría una búsqueda rápida, leería algunas reseñas, compararía precios y tocaría “Comprar ahora” para recibir la entrega al día siguiente?

Cada vez hay más consumidores que desean pedir en línea artículos grandes y voluminosos, como artículos electrónicos, electrodomésticos y suministros para el hogar con entrega a domicilio. Y no solo los consumidores. Según un estudio reciente de Salesforce, el 58 % de los consumidores y el 80 % de los compradores empresariales encuestados esperan realizar más compras en línea en la era pospandemia. 

El trayecto desde la tarima hasta el paquete 

Si decide pedir un televisor o un inodoro por Internet, imagine lo que sucede cuando se recibe ese pedido. El artículo, para el que ha solicitado el envío al día siguiente, está donde siempre: apilado y asegurado en una tarima en un almacén de distribución, o en una tarima aún en el lugar de fabricación.

Para llegar a la puerta de su casa en un día, ese artículo tiene que ser desempaquetado y desacoplado de la tarima, trasladado por las instalaciones hasta una estación de empaque y vuelto a empaquetar solo. Tiene que salir por la puerta y ser subido a un camión durante el tercer turno para llegar a su casa para la entrega al día siguiente.

Pero el tercer turno de este hipotético almacén tiene dificultades para mantener el ritmo esa noche, como la mayoría de las noches. La escasez de mano de obra en los puestos de trabajo de fabricación y cumplimiento está en su punto más alto.

Eso significa que el trabajador al que envían a recoger el televisor o el inodoro de la tarima es nuevo en el puesto, y fue contratado a las apuradas sin mucha capacitación.

No sabe que el televisor que está embalando solo estaba seguro si se trasladaba como parte de una tarima ni que ahora, con sus superficies expuestas, corre alto riesgo de dañarse.

Ese trabajador no cuenta con seis estrategias de embalaje diferentes ni una amplia gama de materiales con los cuales acolchar ese artículo frágil y de uso rudo.

De hecho, ese trabajador ni siquiera tiene espacio necesario para operar el embalaje correctamente, ya que las soluciones tecnológicas para el cumplimiento de pedidos de comercio electrónico requieren más del triple de espacio que un almacén de fabricación o distribución tradicional.

Cuanto más se manipula el producto, más oportunidades de dañarlo 

En el modelo tradicional en el que el producto va del fabricante al centro de distribución y a la tienda minorista, el televisor o el inodoro probablemente se habrían manipulado un promedio de cinco veces. En una cadena de suministro de entrega de paquetes individuales de comercio electrónico, hay varios actores que manipulan el producto a lo largo del proceso de cumplimiento un promedio de 20 veces.

¿Cuáles son las probabilidades de que el nuevo televisor de pantalla plana o el inodoro lleguen intactos? ¿Cuáles son las probabilidades de que quede satisfecho cuando la entrega llegue al día siguiente? ¿Un 95 %? ¿Un 90 %? Los datos de Sealed Air recopilados de cientos de clientes de todo el mundo revelan que los artículos grandes, pesados y frágiles, como los televisores y los inodoros, experimentan tasas de daño superiores al 20 %.

Un problema falsamente simple

Lo que antes viajaba en una tarima ahora tiene que estar preparado para ser un paquete. 

Pero la realidad es que, debido a la grave escasez de mano de obra, el aumento de los costos de envío y la reducción del espacio de inventario en los almacenes, este problema simple se está convirtiendo en un embrollo de costos para las operaciones de fabricación y las operaciones para procesar pedidos de comercio electrónico en una gran cantidad de industrias, como la de repuestos automotrices, electrodomésticos, electrónica y bienes de consumo empacados, entre otros.

Para sobrevivir a la revolución de la tarima lista para envío ,las empresas tienen que pensar diferente cómo realizar lo siguiente:

¿Su empresa está preparada para afrontar la revolución de la tarima lista para envío?