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Con sede en Springfield, Missouri, Chill-Pak es uno de los principales fabricantes de contenedores de envío aislados, que protegen paquetes y productos sensibles que requieren rangos de temperatura precisos. Sus soluciones para la cadena de frío están indicadas para aplicaciones muy especializadas, como los sectores farmacéutico, biológico, químico y alimentario.
Chill-Pak cuenta con diversas certificaciones estadounidenses como pyme en la categoría de empresa propiedad de personas con discapacidad (DOBE), empresa de propiedad femenina (WOSB) y negocio HUBZone para el fomento del empleo en zonas desfavorecidas. A esta empresa le apasiona solucionar retos complejos. “Las ganas y la energía de Chill-Pak están en mi propia experiencia personal y las tribulaciones de padecer una discapacidad y ser totalmente sordo de nacimiento”, comenta el presidente y director ejecutivo Stephen Foster. “Con las herramientas, los recursos y las oportunidades adecuadas, cualquier persona puede triunfar, y yo soy un ejemplo de ello”.
Cuando la COVID-19 llegó a Estados Unidos en marzo de 2020 y los laboratorios trabajaban en el desarrollo de la vacuna, las agencias gubernamentales y varios departamentos de salud estatales pidieron a Chill-Pak embalajes adecuados para su distribución. Estas vacunas nuevas iban a necesitar una cadena logística nunca antes vista.
Ante la imperiosa necesidad, Chill-Pak buscó una solución de embalaje que pudiera implementarse rápidamente a un coste más bajo que los contenedores térmicos tradicionales. Las nuevas soluciones térmicas tenían que mantener temperaturas de -89 °C a -70 °C, ampliar el ciclo de envío de 24 a 36 horas y, a la vez, minimizar el efecto de los golpes y las vibraciones, así como los costes del flete.
Tras colaborar prácticamente hacía ya una década en soluciones para la cadena de frío, Chill-Pak supo que Sealed Air podría ayudarle. Para responder a este reto logístico tan singular, Sealed Air propuso una solución de embalaje de PUR adaptable para mantener las temperaturas ultrabajas que la vacuna necesitaba y, a la vez, minimizar el efecto de los golpes y vibraciones, y reducir el tamaño cúbico y el uso de refrigerante adicional. El embalaje de espuma PUR adaptable de la marca SEALED AIR® es una solución de poliuretano de dos piezas diseñada para mitigar las fluctuaciones de temperatura durante el ciclo de envío en la cadena de frío, que podían ocasionar la pérdida de eficacia de la vacuna. Chill-Pak puede fabricar diseños tradicionales de un componente y diseños desmontables que se envían planos. Esto hace que sean más flexibles que los contenedores tradicionales, que pueden ser muy caros de modificar.
Integridad de los productos
Optimización del embalaje
Eficiencia operativa
“Sealed Air es un gran aliado para nosotros por sus tres décadas de experiencia en envases con control de la temperatura. Nos ayudaron cuando trabajábamos en un proyecto para un cliente de la lista Fortune 100 y no dábamos con la tecla en el proceso de fabricación. Antes de 48 horas, los teníamos en nuestro edificio con equipo y componentes nuevos para ayudarnos a finalizar el proyecto. Aún prestamos servicio a ese cliente”.
– Julie Kilgore, vicepresidente de contenedores con control de temperatura de Chill-Pak™