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16 de octubre de 2018
Los clientes son difíciles de complacer. Desean que las entregas de sus pedidos sean más rápidas y baratas, y además, desean mayor variedad: más productos, más diversidad de los productos actuales, más accesorios y complementos. Más, más y más.
Una encuesta reciente realizada por Logistics Management encontró que la rapidez de los pedidos sigue siendo alta, y que se necesita una amplia gama de SKU para satisfacer la demanda. El número promedio de SKU aumentó en 855 en 2018.
Con cada SKU nuevo, se suman más complejidades. ¿Dónde se almacenará? ¿Cómo se empaquetará? ¿Cuánto costará enviarlo?
Muchas empresas contratan equipos de ingenieros de embalajes a jornada completa para diseñar e implementar estrategias de embalaje que minimicen los daños y mantengan los costes de envío bajo control. Sin embargo, solo con una alta rotación de los productos es posible garantizar la uniformidad y mitigar los riesgos. Tener un proceso de embalaje perfecto no sirve de nada si la persona encargada se va a ausentar mañana.
Contratar con regularidad nuevos empleados requiere una constante inversión en formación. Además, las empresas tienen que aceptar que, durante las primeras semanas o meses, los nuevos empleados no capacitados serán más propensos a envasar en exceso (y enviar cajas por la puerta a un coste de envío más alto) o a enviar los productos con un embalaje inadecuado (y aumentar el riesgo de daños).
Más SKU también provoca que las empresas almacenen gran cantidad de materiales de embalaje para responder a las características específicas de un solo producto. Si se tienen más opciones de embalaje para elegir, los segundos pasan hasta que el empleado se decide por uno y esto afecta al tiempo de entrega de un pedido. Por otra parte, la formación de los empleados también se complica, además de los retos de cumplimiento ya presentes en numerosas operaciones.
Todos estos productos nuevos y todos estos suministros de embalaje adicionales también ocupan una considerable cantidad de metros cuadrados en las instalaciones. El espacio disponible cada vez es más valioso a la vez que escaso, los niveles de disponibilidad de los almacenes registran bajos históricos y la demanda duplica el suministro.
No hay suficiente espacio, no hay suficiente mano de obra, demasiadas opciones de envasado, demasiados SKU de productos: ¿qué pueden hacer las empresas para dejar de sentirse dominadas por las circunstancias?
La mayoría de las empresas con las que trabajamos empiezan por optimizar las opciones de embalaje (simplificar la mezcla de cajas, buscar una caja de uso universal) y contratar personal para dar salida a los pedidos de modo que se puedan mantener los niveles de producción.
Pero lo que la mayoría de ellas no comprende es que una caja de uso universal supone un desperdicio excesivo (demasiado material de relleno de huecos), mayores daños (objeto del interior poco protegido) y pérdida de productividad (de media, se pueden necesitar 60 segundos para montar, llenar y sellar cada caja).
En cambio, lo que las empresas necesitan son productos multiuso sencillos de usar y que admitan desde relleno de huecos hasta amortiguación de uso intensivo, además de reducir los SKU de los embalajes. Si todo esto se puede lograr con una solución compacta que no requiera filas y filas de estanterías y no ocupe espacio en el área de embalaje, mucho mejor.
Los materiales de embalaje hinchable se pueden guardar desinflados e inflarse cuando se necesiten para:
Con un poco de aire, se consigue un valioso espacio en almacén y los responsables de las operaciones respiran aliviados porque los procesos manuales son eficientes y fáciles de ejecutar, independientemente de cuántos SKU se tengan que manipular.