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pantalla táctil de una de las máquinas Cryovac de Sealed Air
Tecnología

Hacer pública la tecnología alimentaria para nutrir el mundo

29 de octubre de 2020

Blockbuster tenía 60 000 empleados en 2004, 9000 tiendas en todo el mundo y 5900 millones de USD de ingresos. Sin embargo, se acomodó demasiado en su éxito y no se adaptó a las nuevas demandas de los consumidores del mercado del vídeo.

Mientras tanto, los competidores exploraban agresivamente nuevas formas de acercar contenidos en vídeo a los consumidores. El mercado se desplazó hacia los contenidos a la carta por streaming, dejando a Blockbuster como una nota a pie de página en la historia.

Las empresas de éxito buscan continuamente oportunidades de futuro y tienen la capacidad de adaptación suficiente como para invertir en tecnologías que impulsen el crecimiento y la transformación. Las empresas deben innovar para seguir siendo competitivas en la economía de hoy en día: el sector de alimentos y bebidas es un buen ejemplo de ello.

La mayor oportunidad que tienen los responsables de la toma de decisiones en el sector alimentario para impulsar los beneficios y hacer frente a la creciente preocupación por los recursos es el desperdicio alimentario. Solo en los EE. UU. se destinan 218 000 millones de USD a cultivar, procesar y transportar alimentos que nunca llegan a consumirse. El impacto financiero se nota en toda la cadena de suministro: la agricultura pierde 15 000 millones; los fabricantes, 2000 millones y el comercio minorista, 57 000 millones cada año. Y son los consumidores los que incurren en los 144 000 millones restantes. Reducir el desperdicio alimentario en tan solo un 20 % podría generar 100 000 millones de USD en valor económico en 10 años y reducir igualmente el consumo anual de agua en algo más de 6 billones de litros.

Uno de los retos a los que se enfrentan las empresas productoras de alimentos es cómo maximizar la calidad y la seguridad de los alimentos, equilibrando al mismo tiempo los numerosos costes asociados a la gestión de las operaciones. Los consumidores exigen productos alimentarios de alta calidad a precios más bajos. Mientras tanto, los costes relacionados con la producción y los recursos necesarios aumentan. Al igual que en el mercado de la distribución de vídeo, la tecnología en la industria alimentaria está creciendo a un ritmo rápido y ofrece oportunidades para un cambio transformador en nuestro sistema alimentario.

¿Qué ocurriría si pudiésemos capturar y analizar datos que pronosticaran la demanda de los consumidores para ajustar a continuación nuestra producción de alimentos para obtener mejores rendimientos? ¿Y si pudiéramos trazar la ubicación y la temperatura de nuestros productos a lo largo de la cadena de suministro de alimentos para evitar que se estropeen? ¿Y si pudiésemos controlar la salud del ganado para evitar la propagación de enfermedades contagiosas entre los animales?

Con la ayuda de los recientes avances tecnológicos, el “y si pudiésemos” se ha convertido en “podemos”. La tecnología de sensores se ha sofisticado mucho en la última década, y además de capturar puntos de datos, se comunica con otros sistemas para automatizar las soluciones. Los nuevos servicios permiten ahora a varios usuarios supervisar los indicadores clave de rendimiento en las líneas de producción y la posibilidad de comparar datos y puntos de referencia en diferentes lugares. La tecnología descubre ineficiencias que, de otro modo, quedarían ocultas entre las enormes cantidades de datos que se recopilan. Una vez detectadas, se pueden gestionar y solucionar en tiempo real. El Programa de Mantenimiento Avanzado SEE, habilitado por una solución de datos propia, es un gran ejemplo de este trabajo. La tecnología ofrece a los trabajadores la posibilidad de acceder a los datos de producción en tiempo real y se asocia con un servicio que proporciona experiencia técnica tanto presencial como remota. Este tipo de análisis de datos permite a las empresas de alimentos evitar el desperdicio alimentario de formas que eran inimaginables en el pasado. Les permite detectar las ineficiencias en las cadenas de suministro y tomar medidas para mejorar su capacidad de adaptación y su eficiencia.

Ha llegado el momento de explorar las oportunidades que ofrecen los datos. Es hora de pensar a lo grande.
 

No podemos evitar que el desperdicio alimentario afecte a los beneficios de la industria alimentaria si no invertimos en tecnología. Ha llegado el momento de explorar las oportunidades que ofrecen los datos. Es hora de pensar a lo grande.

Los beneficios potenciales para nuestra sociedad y nuestra economía son demasiado grandes como para ignorarlos. Por cada dólar que las empresas invierten en acabar con el desperdicio alimentario, obtienen una media de 14 dólares a cambio, según un informe del World Resource Institute.

Las empresas tienen que empezar a implementar cambios si desean impulsar la innovación. Los investigadores e ingenieros pueden ver oportunidades de mejora desde la base y necesitan formar parte del debate. También puede ayudar en esta tarea la colaboración con socios de toda la cadena de suministro que tengan experiencia y entiendan el potencial retorno de la inversión gracias a la eficiencia de tecnologías nuevas.

Al final, las empresas tienen que elegir: convertirse en el Blockbuster de la industria alimentaria o decidir salir de su zona de confort e innovar en beneficio de todos.